Los buenos somos más
Por los tifones que nos dejaron descubiertos,
por las noches sonámbulas en compañía de lechuzas,
por el canto anegado de los manglares,
por nuestra párvula caligrafía estirando los músculos,
por el eco de ciertos tumultos merodeándonos,
por los versos que retoñaron en medio del aguacero,
por las tardes de café y sus leales cómplices,
por los miedos que vencimos cogidos de la mano,
por el coraje que encontramos bajo los chubascos,
por la nostalgia de nuestros cuerpos imantados,
por las soflamas matinales sacudiéndonos la amnesia,
por los que en el tequio nos contagiaron de cordura,
por los coros que nos canjearon la mirada,
por los crepúsculos que sencillamente nos devoraron,
por los paisajes que interrumpieron el hastío,
por la vulgaridad que coloreó nuestras escamas,
por quienes perdieron tanto en silencio y a oscuras,
por quienes lo ganaron todo en confidencia solidaria,
por quienes se desvelaron hilvanando utopías,
por quienes se asumieron en defensa de los humillados,
por quienes lucharon empuñando el alma,
por los cantos que bullen del fondo de los arrabales,
por las periferias con sus jolgorios paganos,
por las lecciones de ética y el canto de los gallos,
por la hierba que crecen al borde del peñasco,
por las arrugas con que enfrentamos el zodiaco,
por los besos con que desafiamos la gravedad,
por las mordazas que finalmente nos arrancamos,
por nuestro pensamiento hecho olas y espuma,
por nuestras dudas puestas a hervir en la estufa,
por nuestros cariños y afectos ensanchando el litoral,
por todo lo funesto que fue y que será,
por todo lo benigno que fue y que será,
por todo lo que, en este tiempo de disputas y partos,
nos hizo más humanos:
clamores, recelos, torpezas,
romances, ideales, rebeldías…
por las noches sonámbulas en compañía de lechuzas,
por el canto anegado de los manglares,
por nuestra párvula caligrafía estirando los músculos,
por el eco de ciertos tumultos merodeándonos,
por los versos que retoñaron en medio del aguacero,
por las tardes de café y sus leales cómplices,
por los miedos que vencimos cogidos de la mano,
por el coraje que encontramos bajo los chubascos,
por la nostalgia de nuestros cuerpos imantados,
por las soflamas matinales sacudiéndonos la amnesia,
por los que en el tequio nos contagiaron de cordura,
por los coros que nos canjearon la mirada,
por los crepúsculos que sencillamente nos devoraron,
por los paisajes que interrumpieron el hastío,
por la vulgaridad que coloreó nuestras escamas,
por quienes perdieron tanto en silencio y a oscuras,
por quienes lo ganaron todo en confidencia solidaria,
por quienes se desvelaron hilvanando utopías,
por quienes se asumieron en defensa de los humillados,
por quienes lucharon empuñando el alma,
por los cantos que bullen del fondo de los arrabales,
por las periferias con sus jolgorios paganos,
por las lecciones de ética y el canto de los gallos,
por la hierba que crecen al borde del peñasco,
por las arrugas con que enfrentamos el zodiaco,
por los besos con que desafiamos la gravedad,
por las mordazas que finalmente nos arrancamos,
por nuestro pensamiento hecho olas y espuma,
por nuestras dudas puestas a hervir en la estufa,
por nuestros cariños y afectos ensanchando el litoral,
por todo lo funesto que fue y que será,
por todo lo benigno que fue y que será,
por todo lo que, en este tiempo de disputas y partos,
nos hizo más humanos:
clamores, recelos, torpezas,
romances, ideales, rebeldías…
Por los miles y millones que juntos demostraron,
con todo y sus esquirlas, su estrés y escapularios,
sus llantos noctámbulos, sus tempestades en banca,
sus fugas febriles, su impaciencia en barata,
su coraza de angustias y de incredulidad bien ganada,
que hay en el mundo suficientes tesoros merodeando
las calles, las canchas, las milpas, las fiestas,
los bosques, los tianguis, las minas, los pastos del estadio,
riquezas todas que vale la pena guerrear y socorrer,
por los que vale la pena descoserse en amor y esperanza,
con confianza suficiente en la próxima aurora,
pues entre tanto alboroto, y por encima de todo,
los buenos somos más.
Por eso y más, para todas y todos, feliz año nuevo.
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